Salud materna

La salud materna es la salud de las mujeres durante el embarazo, el parto y el periodo posparto. Abarca las dimensiones de planificación familiar, preconcepción, cuidado prenatal y cuidado posparto para reducir la morbilidad y mortalidad materna.[1]

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estimó que 289,000 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo o el parto en 2013.[2]​ Estas causas abarcan desde la hemorragia severa a obstrucciones en el parto, todas las cuales constan de intervenciones altamente eficaces. Como las mujeres han obtenido acceso a la planificación familiar y a atención especializada obstétrica, la proporción de mortalidad materna global ha caído de 380 muertes maternas por 100,000 nacimientos vivos en 1990, a 210 muertes por 100,000 nacimientos vivos en 2013.[2]​ Esto ha hecho que muchos países hayan reducido a la mitad sus índices de muertes maternas.

Aunque ha habido una disminución en los índices de mortalidad globales, queda mucho más por hacer. Todavía existen altos índices, particularmente en comunidades empobrecidas, con más del 85% viviendo en África y el sudeste de Asia.[2]​ El efecto de la muerte de una madre resulta en familias vulnerables, y sus niños, si sobreviven al parto, tienen mayores probabilidades de morir antes de llegar a su segundo cumpleaños.

Cuatro elementos son esenciales para la prevención de la muerte materna.[2]​ Primero, el cuidado prenatal. Está recomendado que las madres expectantes reciban al menos cuatro visitas antenatales para comprobar y controlar la salud de la madre y el feto. Segundo, la asistencia especializada con apoyo de emergencia como doctores, enfermeros y matronas que tienen las habilidades para dirigir partos normales y reconocer el inicio de complicaciones. Tercero, cuidado obstétrico de emergencia para atender las causas principales de muerte materna, que son la hemorragia, sepsis, aborto inseguro, desórdenes de hipertensión, y parto obstruido. Finalmente, el cuidado posnatal, las seis semanas tras el parto. Durante este tiempo puede haber hemorragias, sepsis y desórdenes de hipertensión, y los bebés recién nacidos son extremadamente vulnerables en el periodo inmediatamente posterior de nacimiento. Por tanto, se recomiendan encarecidamente las visitas de seguimiento por parte de trabajadores de la salud para evaluar la salud de la madre y el bebé en el periodo posparto.

  1. WHO Maternal Health
  2. a b c d http://www.unfpa.org/maternal-health

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